EL FANTASMA DE CANTERVILLE

TÍTULO: El fantasma de Canterville.

 

AUTOR: Oscar Wilde.

 

EDITORIAL: Funambulista

 
ISBN: 8496601161

 

Trata de una familia Americana que se va en verano a vivir en Inglaterra. Allí compran una mansión llamada Canterville Chase, pero todo el mundo les dice que está embrujada. Sin embargo ellos lo ignoran.

En la mansión habita un fantasma llamado Sir Simón desdes hace 300 años. Su alma baga por toda la casa.

Él ya había cometido muchos delitos. Y se encuentra con esta familia moderna e intenta echarla pero no puede.

La familia ofende al fantasma y el fantasma quiere vengarse una noche. Esa noche los gemelos le gastan una broma al fantasma y se traumatiza. Al final descubre que era una broma, pero ya no se venga más, porque les tiene miedo a los niños.

Virginia, la hija mediana, se encuentra con el fantasma y éste le cuenta sus problemas. El más grande que tiene es que desea la muerte pero no puede morir. Le dice que el amor es mas fuerte que la muerte y al final el fantasma se va hacia la libertad.

A mi me a gustado porque la verdad es que es muy gracioso, no es largo y te entretiene. Y lo más importante que te enseña es que una alma pura puede ayudar a un alma en pena a que encuentre la paz.

LOS 3 HERMANOS

Eran tres hermanos mayores y vivían en la ciudad. Dos eran buenos, uno se llamaba Pepe y otro Lucas y siempre estaban juntos; el otro era muy vago, se llamaba Mario.

Los tres trabajaban construyendo casa. Pepe y Lucas hicieron una casa con ladrillos y cemento, lo hacían fenomenal. En cambio a Mario lo dejaron fuera y él hizo una por su cuenta . Hizo una cabaña de palos, cartón y fixo.

El inspector revisaba a todos como hacían las casas. Primero se fue a la casa de Mario. Cuando llegó y vio la casa se quedó alucinado. La miró con atención y cuando iba a ponerle la nota empezó a llover. La casa de Mario se mojo entera y se cayó. Mario de puso a llorar. Y el inspector le dio otra oportunidad, le dejo una semana y Mario le dio las gracias.

Mario empezó a hacer una casa nueva sin ganas ni interés, la hizo de paja, pero no sabia que al inspector le daba alergia la paja. 

Cuando paso la semana el inspector volvió a la casa de Mario. Al ver la casa se asustó, por la alergia y porque la había echo peor que la otra, él empezó a estornudar todo el rato y su viento derrumbo la casa. El inspector le regañó, se cabreó y le puso un cero. Mario se sintió muy triste y avergonzado.

Después el inspector se pasó por la casa de Pepe y Lucas. La observó con detalle, y... ¡le pareció estupenda, le encantó! Y por el buen trabajo que hicieron le regaló la casa para ellos. Mario se enteró, y se fue corriendo para allá. A preguntarles si se podía quedar a vivir con ellos. 

Pepe y Lucas se miraron rápidamente. Por una parte estaban cabreados con él, pero por otra le querían y era su hermano. A sí que lo aceptaron, pero con una condición. Que fuese más responsable y que ayudase en la casa. Mario asintió con la cabeza y...

      ¡VIVIERON FELICES Y COMIERON PERDICES!